Junto al bosque

Historias pequeñas y grandes

El final de la gran Diosa 7 May 2009

En los dias en que todo el bosque era de hoja perenne, antes de que kerrhprrh e periquito pitnara de rojo las hojas de otoño con el color de su pecho, antes de que los gigantes, kwonype y chashkilchesh vagabundearan por los bosques con sus cabezas por encima de las copas de los árboles. En los dias en que krren (el sol) y Kreeh (la luna) andaban por la tierra como hombre y mujer y muchas de las grandes montañas durmientes eran seres humanos: en aquellos dias lejanos, solo las mujeres de la tierra ona conocían la brujería. Ellas tenían sus propia logia a la que ningun hombre se atrevía a acercarse. Las jóvenes, a medida que se acercaban a la madurez, eran instruidas en las artes mágicas, aprendiendo como llevar la enfermedad e incuso la muerte a aquellos que las disgustaran.

Porque soy la primera y la última,
yo soy la venerada y la despreciada,
yo soy la prostituta y la santa,
yo soy la esposa y la virgen,
yo soy la madre y la hija,
yo soy los brazos de mi madre,
yo soy la estéril y numerosos son mis hijos,
yo soy la bien casada y la soltera,
yo soy la que da a luz y la que jamás procreó,
yo soy el consuelo de los dolores del parto,
yo soy la esposa y el esposo,
y fue mi hombre quien me creó,
yo soy la madre de mi padre,
soy la hermana de mi marido,
y él es mi hijo rechazado.
Respetadme siempre,
porque soy la escandalosa y la magnífica.

(Himno copto a Isis de Nag Hammadi. Ss. III-IV)

Los hombres vivían en un miedo abyecto y sometidos. En verdad, tenían arcos y flechas con los cuales proveer al campamento de carne, sin embargo, se preguntaban: ¿De que nos sirven tales armas contra la brujería y la enfermedad?. Esta tiranía de las mujeres fue de mal en peor, hasta que a los hombres se les ocurrió que una bruja muerta era menos peligrosa que una viva. Conspiraron juntos para matar a todas las mujeres y sobrevino una gran masacre a la que no escapó ninguna mujer en forma humana.

Incluso las niñas que estaban empezando sus estudios de brujería fueron asesinadas con el resto, y los hombres se encontraron ahora sin esposas. Porque tenían que esperar hasta que las niñas se convirtieran en mujeres. Mientras tanto, surgió la gran pregunta: ¿Como podrían los hombres mantener el poder ahora que lo tenían?. Un dia, cuando estan niñas alcanzaran la madurez podían unirse y recuperar su antiguo dominio. para prevenir esto, los hombres inauguraron una sociedad secreta propia y desterraron para siempre la logia de las mujeresen al cual se habían incubado tantas conspiraciones malvadas contra ellos. No se permitió a ninguna mujer acercarse al Hain bajo pena de muerte (…).

Leyenda Ona recogida por E. Lucas Bridges (1874-1949) en «El último confín de la Tierra».